Colombia
es un país que durante muchas generaciones ha oído el epicentro de conflictos
armados. Donde los actores han causado un sin número de masacres, muertes,
violaciones, despejos, violencia y un sin sabor en la vida de muchos campesinos,
indígenas y población civil que día a día lucha contra el miedo de ser atacados
por estos grupos armados.
Según
la consultoría para los derechos humanos y el desplazamiento entre el 1 de
enero de 1985 y el 31 de diciembre del 2011. 5.445.406 personas han abandonado sus
territorios a causa del conflicto social y armado del país. (CODHES, 2012:8)
La
situación sin lugar a duda es un problema que aumenta con el pasar de los años
aunque en diversos lugares del país no se vivencia esta violencia, hay personas
que no corren la misma suerte y constantemente se ven afectadas por la
discriminación y la imposibilidad de vivir tranquilos con trabajos acordes a
sus capacidades con la insatisfacción de llegar
a sus viviendas y encontrar a su familias. Pero la pregunta es ¿Qué hace
el estado frente a esta problemática que afecta la integridad de muchas
personas en Colombia?
La
búsqueda de la paz se ha oído en diferentes momentos históricos. La negociación
con la guerrilla de las fuerzas armadas revolucionarias se ha repetido en
varias ocasiones pero cada una de ellas sin ningún éxito. Un ejemplo de ello
fueron los diálogos de paz del Caguan en 1997.
Sin
embargo el gobierno promueve una nueva estrategia de negociación intentando
alcanzar la paz, con el tratado de paz entre FARC – EP encabezado por el presidente
JUAN MANUEL SANTOS en la Habana Cuba.
Para
todos los colombianos en especial las víctimas de la violencia, este tratado
fue una aproximación a posibles PAZ pero en realidad ¿Qué es la paz?
Según
Fizas la paz se ha definido en ocasiones como ausencia de guerra, sin embargo,
no es solo la usencia de esta, si no de cualquier tipo de violencia del cual la
guerra es solo una manifestación más.
Después
de esta valiosa premisa podemos entender que pese a los diálogos de paz y los
acuerdos de la habana “nada está acordado”. Y la violencia continúa y
continuara por muchos años más. Los colombianos no necesitamos firmas y
acuerdos plasmados en un papel. La solución va mucho más allá de negociaciones
y promesas.
Transformas
el conflicto colombiano es entender y respetar cada ser humano que conforma
este país como lo dice Galtung “ si quieres la paz prepárate para la paz” de
acuerdo con esta frase antes de idear fórmulas para la paz, cada colombiano
debe entender que es un actor principal en esta guerra, que para cambiar
aspectos grandes debemos empezar por lo más insignificante, poner en marcha ese
mandamiento tan simple de amar a nuestro prójimo como nos amamos a nos
amamos a nosotros mismos, poner de lado
ideologías, credos partidos políticos personales y pensar en un bien común,
realizar acciones donde tofo el país se vea beneficiado.
Firmar
los acuerdos de paz en un paso de lucha contra el conflicto, pero el paso mayor
esta en cada colombiano dispuesto a respetar, cooperar y amar a quien tiene al
lado.
Bibliografía
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